Parábola del vicepresidente y el humilde campesino.
En un lejano país, cuyo nombre no diré para evitar difamaciones injustas, sucedió esta triste historia:
Un miembro de la oligarquía, de esos que han convertido al país en una gigantesca fosa común donde no sólo descansan en paz las víctimas de los falsos positivos (ejecuciones extrajudiciales de supuestos guerrilleros), y las victimas del paramilitarismo y la desaforada violencia en las ciudades, sino también de las víctimas de un sistema de salud que ve al enfermo como un cliente al cual explotar en vez de sanar; una tarde de duro trabajo, de repente sufre un infarto agudo al miocardio, cuyo desenlace es satisfactorio gracias a un dios amoroso y misericordioso que escuchó las oraciones de miles de personas que no querían perder al vicepresidente de la nación. Los médicos reaccionaron instantáneamente, transportándolo en la ambulancia y llevándolo a una de las mejores clínicas del país, donde cardiólogos expertos le realizan una cirugía de corazón abierto salvándole la vida y devolviéndolo sano y salvo a trabajar.
Ese mismo día en mi ciudad, un humilde campesino sufre un leve dolor en el pecho; los síntomas de un pre-infarto, y acude al hospital el cual le niega el servicio por no ser una emergencia. Aquel campesino se ve forzado a pedir una cita en su EPS, y no diré el nombre de la EPS, después de todo todas son igual. Hace una larga cola para pedir su cita médica, la cual se la dan para dentro de tres días, durante los cuales el dolor en el pecho no cesa. Aquel campesino acude a su cita médica esperando que sea remitido a un cardiólogo y reciba la autorización para recibir exámenes especializados que permitan detectar el problema de salud, los cuales le son negados por el médico, considerando que la afección del paciente no es tan grave; sólo recibe una cajita de analgésicos para el dolor y es despachado del consultorio del médico… "el siguiente por favor, el siguiente!!", dice el campesino al salir del consultorio; luego se dirige a misa a agradecerle al todopoderoso que no haya sido nada grave en su corazón. Su corazón funcionaba perfectamente gracias a dios, según el médico.
Una semana después, cuando pasó el efecto del analgésico; el dolor reaparece y más fuerte. Es trasladado de urgencia al hospital donde debe de esperar una larga noche antes de ser atendido. El cardiólogo detecta una peligrosa arritmia cardiaca y decide que debe de ser operado; el paciente es trasladado de urgencia a la ciudad principal más cercana, a largas tres horas de camino para recibir la cirugía de corazón abierto. Por suerte… gracias a dios… pero para la EPS, el paciente muere a las dos horas de camino evitándole el costo de la cirugía a la EPS que debió remitirlo al especialista en su primera consulta, para que este ordenara exámenes especializados en su corazón.
EN DOS CASOS OCURRIDOS EN DIFERENTES HOSPITALES
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Esta noticia es sólo para ilustrar mi artículo; la historia del campesino que hoy relato, es de esas que nunca llega a los titulares de un periódico.
El algún lugar del cielo, la virgen María indignada le pregunta a Jesucristo, ¡¿Cómo es posible que tú hayas llamado a tu presencia a ese humilde campesino que tenía una esposa y cuatro hijos a los cuales mantener; y hayas decidido dejar vivir a ese desgraciado que ha sido cómplice de la desidia de ese bello país!?, ¡no es justo! ¡Cómo es posible que escuches las oraciones de ese corrupto, y se niegues a escuchar los ruegos de un humilde campesino que cree en ti por convicción y no por política como ese otro!. Jesucristo con tristeza le responde ¡mamáaa, eso fue lo que hice!, ¡al que llamé a pedirle cuentas fue al vicepresidente y no a aquel humilde labrador!, pero lamentablemente el maldito sistema de salud de ese país me jugó una mala pasada y desbarató mis planes!.
Esta historia es totalmente verídica. La conversación entre Jesús y la virgen me la contó el arcángel san Gabriel en sueños, y yo le creo al arcángel, ya que si es falso lo que este mensajero de dios me dijo, significa que dios es cómplice del macabro sistema de salud de aquel país.
Sabemos que si el dios de los cristianos es verdadero, aquel amoroso dios no se podría prestar para llamar a su presencia a algunas personas sólo por el hecho de no contar con un buen seguro médico; y dejar en la tierra a personas que trabajarán para asegurar que la historia de este humilde campesino, muy seguramente se vuelva a repetir.
¿Tú qué opinas? ¿Por qué dios llama a su presencia a tantas personas sólo por el hecho de no contar con ayuda médica oportuna, o por escases de recursos económicos?. ¿Dios es un cómplice del gobierno, o simplemente es un invento humano para que tú te resignes a las injusticias del país?.
¿Qué opinas sobre tantas personas que en Colombia, mueren por negligencia médica? ¿Deberán de contar con el suficiente dinero para que dios les perdone la vida?, y si no cuentan con buen respaldo médico como el vicepresidente de aquel país, que sufrió un infarto peor que el campesino de mi historia, entonces dios no puede hacer el milagrito; "él obra por medio de los médicos", dirán los creyentes, y los médicos obran por dinero.
El que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea.
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