En España, si alguien promoviera en los medios de comunicación venerar al dios con cabeza de elefante Ganesha, el porcentaje que terminara creyendo en se dios sería absolutamente exigüo. Los mismos resultados se producirían al tratar de convencer a los japoneses que un 25 de noviembre nació de una virgen un dios que era hombre/dios y que formaba parte del dios único sin ser el único, o sea tres. Tampoco resultaría muy convincente en Argentina la idea de que un tal Mahoma un día montó en un caballo alado y se fue a dar un paseo por los cielos para que Alá le contara sus secretos.Es por ello, que no es tan cierto que hoy en día las personas crean en las religiones de masas que conocemos por su tendencia natural a buscar explicaciones fáciles.Vivimos en un contexto cultural que nos exige unos estándares de rigor lógico y de evidencias que no pueden superar con facilidad las religiones tradicionales para conseguir nuevas adoctrinaciones en adultos de otras culturas.
Ciertamente, entre las diferentes culturas, y a consecuencia de unos estándares de formación educativa y cultural muy superiores a los que nos han precedido durante siglos y milenios, existen unos filtros de rigor lógico suficientemente aceptables que nos permiten percibir y rechazar la irracionalidad de las propuestas religiosas de otras culturas que provienen de tiempos remotos; tiempos en los que los conocimientos científicos, la cultura social y la racionalidad tenían muchísimo menos valor que la contemporánea.Entonces, ¿por qué tanta gente cree en una u otra religión de las tradicionales...? Fundamentalmente por el adoctrinamiento desde la más tierna infancia, y por la presión que genera la sociedad en la que ha de integrarse. La tendencia natural a aceptar explicaciones fáciles puede propiciar la credulidad en adultos sobre otro género de nuevas propuestas más en consonancia con los tiempos actuales, pero ya no para aceptar con facilidad como 'nueva propuesta de vida' los sistemas de creencias religiosas propios de tiempos tan antiguos
Félix Zacarías